De pelo corto y rojizo, con esa mirada tan conocida, la nariz húmeda, y sé que será en no mucho tiempo un conjunto sanguinolento de carne. Miro sus rodillas un poco combadas hacia adentro grandes, sanas. Huele a animal, huele a mis botas de siempre, huele a sudor...
Coín, feria ganadera casi imposible de encontrar
